UÑAS IMPRESS

Hace unos años tuve una mala experiencia con uñas artificiales, y aunque puestas quedaban genial, al quitarlas las mías no quedaron precisamente bien por lo que no las volví a usar hasta hace poco, porque parecía que las Impress eran algo diferente.

-Con las uñas artificiales recomiendan limar ligeramente la superficie de la uña y las hay hasta quien las deshidrata para que duren más tiempo puestas.
-Con éstas, simplemente tienes que pasar la toallita con acetona que viene en el kit para quitar cualquier resto de grasa o suciedad que impida que la uña se adhiera.

-Con las uñas artificiales hay que echar pegamento sobre toda la superficie de la uña y el cianocrilato no es precisamente bueno.
-Con éstas, sólo hay que quitar un plastiquito y presionar la uña.

-Con las artificiales, si no aplicas bien el pegamento quedan burbujas de aire
-Con las Impress, el autoadhesivo va de forma homogenea por toda la superficie y al presionar se pega por todos lados y no hay ninguna forma en la que sobresalga y te puedas quedar pegado.

-A diferencia de las uñas autoadhesivas no se caen, y estuve cogiendo maletas, yendo de un lado a otro y no saltó ni una.

-Las uñas artificiales suelen ser algo rígidas y como tengas las uñas muy curvadas o planas no se adaptan bien a tus uñas y resultan muy molestas.
-Estas son muy finas y flexibles.

-Para quitar las artificiales, necesitas mucha paciencia, mucha acetona, más paciencia y la posibilidad de que te las acabes arrancando con los dientes o que queden restos de pegamento durante días.
-Con estas, con algo de acetona en los laterales, saltan solas con la ayuda de un palito de naranjo.



Necesitaba llevar las uñas bien y no me daba tiempo a aplicar ni esmalte ni nada, así que me las metí en el bolso y con algo de recelo probé a ver qué tal se me daba.

El kit que tiene una presentación como de un esmalte de uñas, viene con 24 unidades en 12 tamaños distintos y en lo que más se puede tardar es en ver el tamaño que necesitas.
Lo bueno es que viene con un plástico protector con lo que puedes presionar con tranquilidad sobre la uña para ver si se adapta bien y no se queda pegado.

Me resultó fácil poner también la mano derecha y eso que con la izda ya llevaba las nuevas uñas puestas.

La foto es de cuando ya me las iba a quitar 5 días después y ya se nota que me habían crecido mis propias uñas.

No perdí ninguna y podía haber probado a tenerlas más tiempo pero el miedo a que me pasara lo de la vez que probé las de pegamento de toda la vida me hizo acelerar el proceso.

No las noté ni más blandas o quebradizas y sobre todo no me aparecieron manchas, que era mi mayor miedo.

Cuestan 9,95€ y aunque no las veo como para usarlas todos los días tengo claro que si tengo la necesidad de llevar las manos perfectas y no tengo tiempo para una manicura decorada, es la mejor opción.

Tienen un acabado bastante cuadrado pero se pueden limar e incluso cortar.

Y aquí una foto de mis uñas, antes de ponerme el Impress. Ahora comprendereís porque siempre las llevo con esmalte.